La Existencia de Dios

PASTOR: ISAÚ ORELLANA
DOMINIGO, 8 DE MARZO DE 2009
# 02 – 2009

La Existencia de Dios

INTRODUCCIÓN:
Bienvenidos al estudio de la Teología Sistemática. La semana pasada vimos que “La Teología Sistemática es el estudio de las doctrinas cristianas en su relación las unas con las otras en un sistema lógicamente consistente”. Hoy iniciamos a estudiar la doctrina acerca de Dios. Comenzaremos analizando su existencia.

¿Cuánto por ciento prueba la Biblia la existencia de Dios? La Biblia no trata de probar la existencia de Dios, la da por sentada en todas partes.

Un eminente matemático llamado Jacob Jacobi (1804-1851), dijo: “Un Dios que pudiera ser demostrado, no sería Dios”. Dios no existe, ÉL ES.

• Es decir, Dios es el que existe de sí mismo (Éx. 3:14). “…YO SOY EL QUE SOY…”
• Dios es el origen de toda vida (Juan 5:26). “Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo”.
• Génesis 1:1 dice que “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Este versículo nos anuncia el hecho de Dios y su existencia.

La Biblia no nos describe cómo surgió en la mente humana la existencia de Dios (Salmo 14:1). Este salmo no indica una falta de fe en la existencia, sino más bien, en el interés activo de Dios en los asuntos del hombre, como si Él pareciera ocultarse de lo que al hombre concierne (Job 22:12-14).

A. Argumentos sobre la existencia de Dios

“Los argumentos no prueban la existencia de Dios, lo que hacen es demostrar que para que exista el conocimiento, el pensamiento, la razón y la conciencia del hombre, debe presuponerse la existencia de Dios” (Strong).

Se dice que la belleza puede mostrarse, pero no probarse. Lo mismo podemos decir de la existencia de Dios. Estos argumentos son probabilidades, pero no demostraciones.

1. Universalidad de la creencia en la existencia de Dios.

a. ¿De dónde procede esta creencia universal en la existencia de Dios?

• No procede de la razón, porque muchos que creen en Dios, no han tomado tiempo de razonar acerca de su existencia.

• No procede de la tradición, porque la tradición no puede perpetuar más que lo que ya ha tenido principio.
• No procede de las Escrituras, porque si el hombre no tuviera algún conocimiento del Dios de quien proceden las Escrituras, la misma Revelación no tendría autoridad alguna para él.
Newman Smith dijo: “Aun la idea de las Escrituras como una Revelación, presupone la creencia en un Dios que puede hacerla”. Entonces, la Revelación necesariamente supone la existencia de Dios.

b. Esta creencia universal de la existencia de Dios, procede de dentro del hombre.
La fe universal en la existencia de Dios es innata en el hombre y procede de la intuición racional. La intuición ha sido definida como “un conocimiento que la mente alcanza de forma inmediata, instantánea y sin intermediación de ningún proceso diferente a la intuición en sí misma”.

2. Argumento Cosmológico: Causa y Efecto.

Este argumento enseña que nada de lo que existe en el cosmos tiene su existencia en sí mismo. Este mundo en que vivimos fue construido con un propósito por una mente de poder y sabiduría infinitos. (Ej. El vehículo).

3. Argumento Teleológico: Propósito.

Teleología (Del griego τέλος, fin, y -logía). Es el estudio de los fines, propósitos o la doctrina filosófica de las causas finales. Usos más recientes lo definen simplemente como la atribución de una finalidad u objetivo a procesos concretos.
Origen del término: El origen del término puede rastrearse hasta la Grecia Antigua. Aquí es donde encontramos una caracterización de las cuatro clases de causas existentes, planteadas por Aristóteles:
• Causa material: Aquello de lo que está compuesto algo.
• Causa formal: Aquello que da el ser a un objeto (ver doctrina metafísica de Aristóteles).
• Causa eficiente: Aquello que ha producido (causado) un objeto.
• Causa final: Aquello para lo que existe un objeto.
Tanto para Aristóteles como para muchos otros autores antiguos la causa final era la más importante en cuanto a la explicación de la Filosofía Práctica, aunque no se debe olvidar que eran necesarias las cuatro causas para la explicación completa del universo.
Este argumento enseña que detrás de todo lo que existe hubo una mente que lo ideó con un designio o propósito. (Ej. Un reloj).

4. Argumento Ontológico: Ser.

En filosofía, la ontología (del griego οντος, genitivo del participio del verbo ειμι, ser, estar y λóγος, ciencia, estudio, teoría) es una doctrina.
La ontología se ocupa de la definición del ser y de establecer las categorías fundamentales o modos generales de ser de las cosas a partir del estudio de sus propiedades, estructuras y sistemas. Por ello, trata de escribir o proponer las categorías y relaciones básicas del ser o la existencia para definir las entidades y de qué tipo son. Las entidades comprenden los objetos, las personas, los conceptos, las ideas, las cosas, etc. En cierto modo, reflexiona sobre las concepciones de la realidad, sus relaciones y características.
El hombre tiene una idea de un ser infinito y perfecto. Ahora bien, ¿de dónde procede esta idea? ¿Será de seres finitos e imperfectos como nosotros? L respuesta es No.
Esta idea requiere la existencia de un ser infinito y perfecto. No basta que sea un mero pensamiento, sino que tiene que ser una persona.

5. Argumento Antropológico: Moral.

La antropología (del griego άνθρωπος anthropos, ‘hombre (humano)', y λογος, logos, 'conocimiento'), es la ciencia social que estudia al ser humano de forma holística (del griego holos / todo, total, completo). Combinando en una sola disciplina los enfoques de las ciencias naturales, sociales y humanas. La antropología es, sobre todo, una ciencia integradora que estudia al hombre en el marco de la sociedad y cultura a las que pertenece; y, al mismo tiempo, como producto de las mismas. Se la puede definir como la ciencia que se ocupa de estudiar el origen y desarrollo de toda la gama de la variabilidad humana y los modos de comportamiento sociales a través del tiempo y el espacio, es decir, del proceso biosocial de la existencia de la raza humana.
El hombre tiene una naturaleza intelectual y moral. Por consiguiente decimos que su Creador tiene que ser también un ser intelectual y moral, un Juez y Legislador. El hombre tiene profundas emociones, y solamente un ser dotado de bondad, poder, amor, sabiduría y santidad, puede satisfacer tal naturaleza, lo que indica la existencia de un Dios personal. Amén.

6. Argumento de Congruencia.

Congruencia: Relación lógica y coherente que se establece entre dos o más cosas: Eficacia de la gracia de Dios, que obra sin destruir la libertad del hombre.
La creencia en un Dios personal que existe por sí mismo, está en armonía con todos los hechos de nuestra naturaleza mental y moral, así como con todos los fenómenos del mundo natural. Si Dios existe, la creencia en su existencia es natural.

7. Argumento Bíblico: La Escritura.

La Escritura no trata de probarnos la existencia de Dios. La afirma, la supone, y declara que el conocimiento de Dios es universal (Rom. 1:19-21, 28, 32; 2:15).
Conclusión: Los únicos que están en la obligación de buscar pruebas de la existencia de Dios son los que la niegan (Salmo 14:1). Dios mismo dice: “YO SOY EL QUE SOY…”

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