¿Qué significa dejar a los padres?
# 01 – 2009 / 18-03-09
Génesis 2:24:
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.
Cuando mi esposa se dirige a parejas de jóvenes en consejería pre-matrimonial, regularmente concluye diciendo: “el que se casa, casa quiere”. La idea que ella trata de transmitirles es que antes de casarse deben pensar donde van a vivir. Les sugiere que tengan un lugar preparado y separado del hogar de sus padres para que comiencen la vida matrimonial, alejados de la influencia o intervención de terceras personas.
La palabra “dejar”, tanto en hebreo como en griego tiene la idea de “abandonar, aplazar, renunciar, soltar”. El significado de la palabra es “salir de algo”.
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre…”
En este caso, “dejar” no indica la idea de abandonar por completo u olvidarse de sus padres, y nunca jamás saber de ellos. Esta separación es para que el hombre que se casa asuma sus propias responsabilidades. Es dejar la dependencia económica o sostenimiento que tiene de sus padres.
El hombre casado debe cumplir responsablemente con sus deberes, compromisos y obligaciones que tiene como esposo hacia su esposa.
“…y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.
El verbo unir indica “unirse, juntarse, pegarse, arrimarse”. Se usan las palabras griegas: kolao, proskolao, sumbibazo, gameo.
En 1ª Corintios 7:10, el apóstol Pablo dice: “Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido”.
Esta unión es como pegar con pegamento dos piezas para formar una sola. Estas piezas son dependientes una de la otra. Intentar separarlas es destruirlas.
Digamos que el pegamento que une a un hombre y a una mujer, es el amor con que se casaron. Cuando una pareja se casan por amor y enamorados, nada ni nadie los podrá separar. Este amor los mantendrá unidos.
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.
Cuando mi esposa se dirige a parejas de jóvenes en consejería pre-matrimonial, regularmente concluye diciendo: “el que se casa, casa quiere”. La idea que ella trata de transmitirles es que antes de casarse deben pensar donde van a vivir. Les sugiere que tengan un lugar preparado y separado del hogar de sus padres para que comiencen la vida matrimonial, alejados de la influencia o intervención de terceras personas.
La palabra “dejar”, tanto en hebreo como en griego tiene la idea de “abandonar, aplazar, renunciar, soltar”. El significado de la palabra es “salir de algo”.
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre…”
En este caso, “dejar” no indica la idea de abandonar por completo u olvidarse de sus padres, y nunca jamás saber de ellos. Esta separación es para que el hombre que se casa asuma sus propias responsabilidades. Es dejar la dependencia económica o sostenimiento que tiene de sus padres.
El hombre casado debe cumplir responsablemente con sus deberes, compromisos y obligaciones que tiene como esposo hacia su esposa.
“…y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.
El verbo unir indica “unirse, juntarse, pegarse, arrimarse”. Se usan las palabras griegas: kolao, proskolao, sumbibazo, gameo.
En 1ª Corintios 7:10, el apóstol Pablo dice: “Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido”.
Esta unión es como pegar con pegamento dos piezas para formar una sola. Estas piezas son dependientes una de la otra. Intentar separarlas es destruirlas.
Digamos que el pegamento que une a un hombre y a una mujer, es el amor con que se casaron. Cuando una pareja se casan por amor y enamorados, nada ni nadie los podrá separar. Este amor los mantendrá unidos.
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1 comentario:
gracias por su enseñanza pastor!! son una bendicion para mi!!
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